No queda claro su origen, aunque podría ser Siria. Desde época greco-romana ya aparece en la zona del Mediterráneo. De hecho su nombre deriva de la diosa griega Iris, la diosa del arco iris. Se bautizó así por la variedad de colores que llega a presentar. Y así la denominó igualmente Teofrasto, discípulo de Aristóteles.
En cuanto al ‘Germanica’ puede aludir a su localización en Alemania.Aunque alguna tradición habla de que podría deberse al hecho de que diferentes emperadores del Sacro Imperio utilizaron la flor como emblema.
Su nombre en árabe es ‘sawsan’ y fue una de las flores que ya adornó los jardines de la Alhambra y el Generalife en época nazarí, inspirando poemas que comparan el azul del lirio con una turquesa.
Incluso Carlomagno la llevaría a Francia (aparece en su edicto Capitulare de villis vel curtis imperii) y se acabaría convirtiendo emblema de la Casa Real francesa.