No confundir Churras con Merinas
De todos es sabido lo importante que fue la oveja merina para Segovia, cuya lana se convertirá en el principal producto de exportación de Castilla y León durante la Edad Media y la Edad Moderna.
La provincia de Segovia estaba ubicada en la Extremadura Castellana, unas tierras fronterizas y lugar de conflictos bélicos. En la mayoría de los casos las tierras no se cultivaban por ser arrasadas o saqueadas durante las contiendas.
Estos espacios los aprovechaban los pastores, cuyos rebaños podían moverse de un lugar a otro, dando lugar a la trashumancia.
Según avanzaba la reconquista hacia el sur, los agricultores empezaron a cultivar trigo, cebada y centeno, convirtiendo al cereal en otra de las riquezas de Segovia. A finales del siglo XII empieza a haber muchos conflictos entre agricultores y ganaderos. En 1273 Alfonso X “el sabio” creo el Honrado Concejo de la Mesta. Regulando unos itinerarios concretos para el paso de los rebaños: Veredas, Coladas, Cordeles, Cañadas, y las más importantes las Cañadas Reales. Son las más anchas 90 varas castellanas (unos 72 metros)
Por la provincia de Segovia pasan 3 de las 10 cañadas reales: Leonesa Oriental, Segoviana, Soriana Occidental, conocida también como la Vera de la Sierra. con un recorrido de 2.677 km y más de 250 municipios por los atraviesan.
En la mayoría de los pueblos segovianos se puede apreciar la etnografía y las tradiciones pasadas de generación en generación de esa época hasta nuestros días. Gracias a esa gran riqueza de la lana merina hay muchas iglesias románicas como la de Sotosalbos o Pelayos del Arroyo, pueblos enteros como Pedraza de la Sierra, o Arcones donde se puede visitar Museo de las Hundas y la Trashumancia, Riaza o Coca.
Uno de los momentos más importantes era esquilar las ovejas, siempre se hacía entre San Isidro (15 de mayo) y San Antonio (13 de junio). En el siglo XVIII se esquilaban más de 800.000 cabezas de ganado.
Los esquiladores estaban especializados en cada parte del animal, era un trabajo muy preciso, tenían que sacar el vellon de lana entero, ya que tenía más valor económico y por supuesto no herir al animal.
Fueron muy importantes los ranchos de Esquileo como el del Marqués de Santillana, Alfaro, el de los Marques de Perales en el Espinar o los de Sotos de Sepúlveda o Tres Casas. Llegó a contar la provincia con casi 40.
Con el esquileo empezaba el proceso, después había que lavar, abatanar, hilar, devanar, teñir y tejer.
Los paños de Segovia llegaron a tener tal prestigio que iban marcados con un “sello” como si fuera la denominación de origen y hasta el propio Cervantes lo menciona en El quijote, siendo pelaires segovianos quienes mantean a Sancho Panza.
Actualmente se celebra la fiesta de la trashumancia, tanto en la ciudad como en la provincia y son muchos los sitios donde degustar la afamada caldereta.
El refranero popular siempre nos ha dicho: “no hay que confundir churras con merinas” y está demostrado que la lana de la oveja churra era la elegida como borra para hacer colchones, mantas o tejidos de menos calidad pero en Segovia Imperdible tenemos claro que, si te tenemos que recomendar un lechal, será de la comarca de la churrería, donde las madres siguen pastando para poder amamantar los corderos y convertirse en uno de los platos estrella de la gastronomía de Segovia.
Si hay oveja hay leche y si hay leche hay queso. Los quesos artesanales de la provincia han ganado muchos premios y se pueden visitar algunas de las queserías.
Con las visitas guiadas de Segovia Imperdible, iras descubriendo arquitectura popular de los pueblos, la importancia de los mastines, lo que cobraba el mayoral y el trabajo de los “morenos” y si te apetece…degustación de quesos.
¡Te esperamos!
Autora: Segovia Imperdible